Amor mío
Amor mío ¡TE ODIO!, amor mío, te necesito, amor sufrido, ¡malditos estragos!. ¡la puta desgracia! que tengo de no dejarte ir, el veneno que consumo por ti, tú veneno, no es mas que mi propia destrucción No necesito de nada mas, solo de tu indiferencia total; cadena de gruesos eslabones, fundidos por lo cotidiano. Déjame pagarte con débiles lamentos, con deseos frustrados y lagrimas de remordimiento. Déjame pagarte con mi dependencia, tratar de comprenderte, es vana demostración de amor. Recibo tus regalos con desprecio, esperándolos con ansias, son espinas que hieren de muerte. Te odio tanto, tanto te odio, que no es absurdo el quererte a mi lado es absurdo el tiempo en silencio es absurda mi compresión. A este niño le encanta la autoflagelación.