Canción de la ignorancia
En este, mi corto paso, por los caminos de la inmensa esfera.
Entre tan poca gente, tantos lagartos, perros, lobos, programas de tv y una que otra calamidad propia.
Solo, acompañado por otros que también están solos.
Pienso en los ratos amargos, mis pataletas, las lágrimas que debían brotar, pero se secaron junto con este corazón marchito. Los días en los que parecía no salir el sol. Me llevan a recordar…
Recordar el génesis de mi vida… Y me doy cuenta de la estupidez tan grande en la que sobrevivo.
Nos imagino, en un cuadro chueco, riendo, soñando, disfrutando sin pensar en las exigencias a las que nos encadenamos.
Amigo. Hoy me doy cuenta que, como todos, no soy perfecto… que aunque tu error me daño, mi error casi me cuesta la vida.
Ya basta de tanta Melancolemia, de consumir los restos del ayer, de abrir las heridas con cuchillos oxidados, de cavar hacia el infierno, cuando los ángeles gritan de dolor por mi obstinación suicida.
Los espejos son tan claros, que asustan. ¿Por qué?
Mi naturaleza es como la de un canario al que lo atrapa una mano gigantesca, que no puede hacer mas que cantarle a la mañana, que aunque se quiere defender, su pico solo atraviesa la corteza del pan fresco.
Y aunque día a día, el sol parece no salir, no es motivo para vivir inmerso en la oscuridad…
Hoy te pido perdón, perdón por actuar como lo he hecho últimamente, como frankenstein, como la bestia del cuento de Disney, como un ignorante... desvalorando aquello que por sobre todo, era lo importante. Una amistad chueca, coja, rota, pero de todas formas, una amistad
Comentarios