4ndarc

Permíteme una vez más, ser yo mismo, quiero mostrarte algo más… Se que puedo, deseo hacerlo. Es doloroso tu rechazo invisible la cortesía que te envuelve me deja perplejo mi boca se enmudece y mi corazón sangra. Así   te empeñes en ocultarlo el camino no deja de existir. Tu respirar latente en cada imaginario instante tus ojos brillantes y temerosos cortando mi pensamiento Solo me queda dar un paso al frente y encontrarme tu boca… ¡Devórame! esta vez seré la presa. Te concedo mi triste inocencia. Permíteme una vez más, buscar el camino. No tengo cerrojos para ti, no existe tal colina, solo quiero marcharme en silencio, Marcharme hacia el origen de todo… Permíteme una vez mas, estar tan cerca de encontrarlo… prometo no subir hasta ti.  Deseo que la belleza perdure en fragmentados recuerdos… deseo permanecer   por mucho, pero ahora, más frágil y vulnerable…. 

Hoy no soy feliz soy pequeño y humano, Canto en silencio húmedo… ¿Eres quien creo? ¡Tómalo! Abre las puertas que cerro la desconfianza Tómalo con violencia. Con las manos frías y sin escrúpulos Desángrame... Me siento temeroso, y ansioso, extraño sentir tu rose con las ventanas cerradas. ¡No volveré hacia ti! Quiero que me arrebates hazme odiar tan profundo Mas profundo… Cala la espina de bizarros y eternos rosales abrasiva tu piel sobre los barrotes y tu vientre cálido... Hasta que tu cadera no desista Te permito dañarme, deseo   que seas tú.

Amor mío ¡TE ODIO!, amor mío, te necesito, amor sufrido, ¡malditos estragos!. ¡la puta desgracia! que tengo de no dejarte ir, el veneno que consumo por ti, tú veneno, no es mas que mi propia destrucción No necesito de nada mas, solo de tu indiferencia total; cadena de gruesos eslabones, fundidos por lo cotidiano. Déjame pagarte con débiles lamentos, con deseos frustrados y lagrimas de remordimiento. Déjame pagarte con mi dependencia, tratar de comprenderte, es vana demostración de amor. Recibo tus regalos con desprecio, esperándolos con ansias, son espinas que hieren de muerte. Te odio tanto, tanto te odio, que no es absurdo el quererte a mi lado es absurdo el tiempo en silencio es absurda mi compresión. A este niño le encanta la autoflagelación.

pido disculpas por no cumplir con tan anhelada conversación el verte bailar con Azrael, me causo tanto temor aun quisiera beber de tus labios Perderme en tu abismo y arrebatarte de aquellos tangos que baile apropósito las alas que se rompen, puede que no vuelen mientras sanan pero soy aquel lobo que se posa ante lo incierto. déjame tomar el cáncer de la vida, aun con el riesgo de empeorar. la vida se burla, pero las aves pueden aun cantar. déjame verte a las 7, contemplarte y poderte abrazar.

Entre mis recuerdos aun guardado el rose de unos labios, mi primer beso… Fue extraño, como sentir que la brisa rodea tu ser como caer en picada desde un abismo como se supone deben ser los besos del sol. Fue una dulce sonrisa llena de calor, de alegría, de ese sabor de vivir Las manos que tomaron mi rostro con violencia como diciendo ¡No pienses, hazlo! Con el tiempo, ver que tu con esa sonrisa con tus ojos claros, y tu buen sentido del humor Con calor, y ese toque de madurez envuelto en dulzura Eres miel, sabor y encanto.

I Es deseo deshonesto, la caricia fúnebre de la obscuridad, los latidos tenues, la niebla imaginaria y desconcertante. Deshonesto el féretro cálido y frio que envuelve el lugar… Es el sótano, es la taza de humo, son las risas del oprobio, las lágrimas innecesarias, la podredumbre misma disfrazada de humanidad… Comprendo el deseo de yacer tres metros bajo la cárcel cotidiana, es el egoísmo estúpido que entrega tranquilidad a mi ser, el respetar la estupidez con la que se entregan las emociones. No culpa, no carga, no deber, no obligar, no lo haré. Es el cuervo dueño de su negro plumaje y los ojos, poseedores de su negra comprensión no es más obscura la “luz “que  pretenden tomar por conciencia Conozco el camino hacia aquel lugar, lugar que es lo mismo a lo que intentas escapar Soy lo amargo, la indiferencia misma dentro de un elegante estuche soy lo crudo, lo evidente, lo que todos ven, lo que nadie se atreve a confesar. II ¿Vuestra

Mi padre es una prisión, mi madre un sistema, soy lo que ustedes me hicieron. Los miro y me digo: ustedes quieren matarme y yo ya estoy muerto. Toda mi vida estuve muerto ¿Remordimiento por qué? Ustedes me han hecho lo que han querido. ¿Eso no me da los mismos derechos? Puedo hacer lo que sea que quiera, cada vez que lo quiera, y es culpa de ustedes

De buscar y encontrar…  De toparse frente a frente con la realidad realidad que endulza y luego mata… Es difícil vivir sin que a tu corazón le salgan espinas y es aun más difícil permanecer tan blando…  De eso tan bueno no dan tanto,  dicen por ahí… Más que probarte a ti, fue probarme a mi mismo fue querer creer de nuevo, enfrentar que nunca cambie.  Estas llena de magia, pero… Al crecer nos damos cuenta, la magia, es solo una ilusión…  Fue sorpresa dulce y grata, el saber que eres más real de lo que parecías, que algunas suposiciones no lo eran, y que las que eran, se quedaban pequeñas… y puedo afirmar con seguridad, a diferencia del pasado,  no eres un espejismo, eres mi realidad.  Imposible no percibir aquello que te envuelve… inaudito no apreciar la esencia de tu corazón placentero el verte sonreír pese a todo. Y aunque la magia es solo ilusión no temo decir, estoy ilusionado.

Cruce de espadas en el aire… Esta puerta deteriorada, astillada por el placer de la autodestrucción… gotas de vida derramadas sobre el algodón. Razones como eslabones de esta cadena. Y un candado que nunca se cierra. Escúchate gritar en la oscuridad… ¡no oigas!, escucha… los lamentos son el reflejo de la cruz que llevas a cuestas. Tus manos inquietas, son las causantes, las que desgarran, tu mente, cansada, ahogada del horror continuo de los días inciertos, una sonrisa algo burlona intentando brindarte consuelo… Constrúyete un jarrón, uno ya roto, uno vacío, que contengan aquellas gotas de tu vida. Que recoja lo que tus manos desperdician.       Tal vez algún día puedas cerrar aquel candado, tal vez las espadas caigan y se oxiden, y en tu mente se pose la calma, por misericordia…